Eso me incomoda. Me deja en un limbo, invirtiendo energía sin claridad. Más de una vez sentí ganas de preguntar directamente: “¿Realmente te interesa seguir explorando o preferís que lo dejemos acá?”
Con el tiempo entendí que muchas veces el “no” está implícito y yo no lo veo, o elijo no verlo. Y ahí entra en juego algo fundamental: la calificación de la oportunidad. Si no aplico disciplina en esa etapa, corro el riesgo de quedarme aferrada a un “tal vez” que en realidad es un “no” disfrazado de cortesía.
En la venta consultiva, un no puede ser tan valioso como un sí. Porque el no sincero libera energía, trae foco y genera autenticidad en la relación. Al cliente también lo alivia: deja de sostener excusas y empieza a hablar con franqueza.
En mb&l Consultores trabajamos con los equipos comerciales para que aprendan a escuchar, calificar y aceptar el no como un regalo de claridad. Porque la venta consultiva no se trata de acumular oportunidades, sino de construir conversaciones honestas y enfocarse en lo que realmente tiene vida.
Si quieres que tu equipo transforme estas situaciones en confianza y foco, ponte en contacto con nosotros.
Y tú, ¿cómo reaccionas cuando un cliente no te dice que no… pero tampoco avanza?